


CAFÉ DIARIO, INGLATERRA (EFE). – La leyenda del heavy metal Ozzy Osbourne se despidió de los escenarios este sábado con un espectáculo inolvidable en su ciudad natal, Birmingham, donde unos 40,000 fanáticos y la formación original de Black Sabbath se reunieron en el estadio Villa Park para rendir homenaje al ícono del hard rock.
Desde un imponente trono negro que emergía del escenario, el artista de 76 años, diagnosticado con Parkinson, saludó al público con su inconfundible energía: “¡Que comience la locura!”.
Visiblemente emocionado, Osbourne agradeció a sus seguidores con una frase cargada de sentimiento: “Llevo como seis años en cama. No tienes idea de cómo me siento; gracias de todo corazón”.
El momento cumbre de la noche fue la aparición en escena de Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward, quienes se unieron a Osbourne por primera vez en 20 años para interpretar varios clásicos de Black Sabbath. La banda cerró su emotiva presentación con el poderoso himno “Paranoid”, haciendo vibrar a toda la audiencia y marcando el cierre simbólico de una era.
El show fue el final de un festival de metal de un solo día, que contó también con presentaciones de agrupaciones como Anthrax, Metallica y Guns N’ Roses.
Diversos artistas y celebridades enviaron mensajes de apoyo y admiración a Osbourne durante el evento. El cantante Elton John lo describió como “uno de los cantantes más extraordinarios de nuestro tiempo”, mientras que Jack Black y Dolly Parton también ofrecieron elogios y buenos deseos.
Fundador de Black Sabbath en 1968, Osbourne ayudó a forjar el sonido que definiría el heavy metal desde el corazón industrial de Inglaterra. Con su estética oscura, riffs pesados y letras sombrías, la banda se convirtió en una de las más influyentes —y provocadoras— del género. Tanto Black Sabbath como Osbourne como solista fueron incorporados al Salón de la Fama del Rock & Roll.
Más allá de la música, Ozzy alcanzó un nuevo público en los 2000 gracias al exitoso reality show “The Osbournes”, junto a su esposa Sharon y sus hijos, mostrando una faceta más íntima y humana del llamado “Príncipe de las Tinieblas”.
Desde que sufrió un grave accidente en 2003, Osbourne ha enfrentado numerosos problemas de salud, incluidos su diagnóstico de Parkinson en 2020 y una compleja cirugía de columna que lo obligó a cancelar sus giras en 2023. A pesar de ello, su presentación de este sábado fue una prueba más de su resiliencia, poder escénico y conexión inquebrantable con sus fanáticos.
Así, Ozzy Osbourne se despidió de los escenarios, pero no del corazón del rock. En palabras de sus seguidores: “Ozzy para siempre”.
No Comments yet!