


Expertos y autoridades se reúnen en cumbre regional para impulsar políticas públicas frente a una enfermedad que afecta a más de 1.4 millones de dominicanos.
CAFÉ DIARIO, SANTO DOMINGO. – La diabetes mellitus, particularmente en su tipo 2, se ha convertido en un grave problema de salud pública en República Dominicana, donde se estima que más de 1.4 millones de personas padecen esta condición, representando el 90 % del total de casos. Con una tendencia alarmante al alza durante las últimas tres décadas, el país se enfrenta a la necesidad urgente de fortalecer su respuesta frente a esta enfermedad crónica no transmisible.
Con ese objetivo, endocrinólogos, diabetólogos, epidemiólogos, representantes de ONGs, legisladores y autoridades sanitarias se dieron cita este viernes en la Cumbre Iberolatinoamericana de Políticas Públicas en Diabetes, donde se discutieron los principales retos y propuestas para una atención integral y efectiva.
Medicamentos aprobados, pero sin aplicación
Durante el evento, la doctora Scherezade Hasbún, presidenta de la Sociedad Dominicana de Endocrinología y Nutrición, denunció que, aunque en 2024 se logró actualizar el cuadro básico de medicamentos para diabetes —tras 20 años sin cambios—, los fármacos de nueva generación aprobados aún no han sido incorporados al sistema de salud pública, a pesar de que ya han pasado diez meses desde su autorización.
“Queremos lograr las cosas y que se puedan materializar. De nada vale si el paciente no tiene acceso”, expresó Hasbún, haciendo un llamado al Ministerio de Salud Pública y a la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (Sisalril) para que los compromisos no queden solo en el papel.
Ley Nacional de Diabetes: una deuda legislativa
Hasbún también criticó la falta de voluntad legislativa para aprobar la Ley Nacional de Diabetes, la cual ha sido sometida al Congreso en cuatro ocasiones y ha perimido tres veces sin avanzar. “La diabetes no es una enfermedad aislada, afecta múltiples sistemas del organismo y tiene un gran impacto en la economía del paciente y de su familia”, explicó.
Algunas voces han cuestionado la creación de una ley específica para esta enfermedad, argumentando que abriría el camino para leyes individuales para cada condición médica. No obstante, expertos sostienen que la diabetes requiere un enfoque multisectorial por la complejidad de su tratamiento y prevención.
Falta de educación y herramientas para pacientes
Uno de los mayores desafíos que enfrenta el sistema es la falta de educación sanitaria, tanto en prevención como en manejo de la enfermedad. Hasbún lamentó que “de cada diez pacientes, tal vez solo dos tienen un glucómetro en casa, y en muchos casos, las tirillas se vencen porque no saben usarlas”.
La doctora también manifestó su esperanza en que se apruebe pronto el Etiquetado Frontal de Advertencia Nutricional (EFAN), actualmente en análisis tras el cierre de las vistas públicas. Esta medida permitiría a los consumidores identificar fácilmente alimentos altos en azúcar, grasas y sodio, promoviendo una dieta más saludable.
Alarma por sobrepeso y sedentarismo
Durante la cumbre, Vhania Batista, representante de la OPS, reveló datos preocupantes: 68 de cada 100 adultos dominicanos presentan sobrepeso, mientras que entre niños y adolescentes las cifras oscilan entre el 16 % y el 19 %. Además, el 30 % de estos grupos no realiza suficiente actividad física.
“La dieta es el comportamiento humano que más incide en el desarrollo de enfermedades crónicas”, apuntó Ana Carolina Báez, del Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (Inabie), quien destacó la importancia de que toda la familia adopte una alimentación saludable tras el diagnóstico de un miembro con diabetes.
Por su parte, Francisco de la Rosa, presidente de la Sociedad de Fisiatría, reiteró la recomendación de realizar al menos 60 minutos diarios de ejercicio físico moderado a intenso como una herramienta clave para prevenir la obesidad y controlar la enfermedad.
Un alto costo económico y emocional
La epidemióloga Tomiris Estepan detalló que el costo de atención para un paciente diabético es tres veces mayor que el de una persona sin la enfermedad, y hasta ocho veces más que el gasto promedio en salud per cápita. Estos costos abarcan atención médica, hospitalizaciones, medicamentos, pérdida de productividad y el sufrimiento emocional de los pacientes.
“Los pacientes entran en estados depresivos, se van muriendo por partes: pie diabético, pérdida de visión…”, ejemplificó Estepan, subrayando la necesidad de un abordaje humanizado e integral que combine atención médica, educación y apoyo psicosocial.
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