CAFÉ DIARIO, NUEVA YORK (EFE). – Las autoridades de rescate del estado de Texas continúan este domingo la búsqueda desesperada de 27 niñas desaparecidas tras las devastadoras inundaciones que han afectado el centro del estado, dejando al menos 27 personas fallecidas, entre ellas nueve menores de edad.
Las lluvias torrenciales comenzaron la tarde del viernes y continuaron durante la madrugada del sábado, provocando un repentino aumento del nivel del río Guadalupe, que creció ocho metros en apenas 45 minutos, según el servicio meteorológico. En algunas zonas, cayeron más de 300 milímetros de lluvia, equivalente a un tercio del total anual de precipitaciones.
Entre las zonas más afectadas se encuentra un campamento cristiano de verano en la ciudad de Kerrville, donde unas 750 niñas participaban en actividades a orillas del río Guadalupe. Según informó el jerarca municipal Dalton Rice, 27 menores continúan desaparecidas tras la crecida del río que arrasó las instalaciones.
Los equipos de rescate han recuperado hasta el momento los cuerpos de 18 adultos y nueve menores, confirmó en rueda de prensa el sheriff del condado de Kerr, Larry Lethia. Unas 860 personas han sido evacuadas, incluyendo ocho con heridas.
Periodistas en el lugar reportaron escenas de devastación: decenas de vehículos varados, algunos incrustados en árboles, vegetación arrancada, cabañas cubiertas de lodo y ventanas destrozadas.
Michael, un padre de familia de 40 años, condujo desde Austin —a más de 150 kilómetros— en cuanto recibió la noticia. “Estuvimos en Kerrville todo el día de ayer en las unidades de gestión de crisis, y esta mañana, cuando supimos que podría haber gente aquí, mi hermano y yo vinimos en camión lo más rápido posible para ver si encontrábamos algo”, relató, mientras mostraba las pertenencias de su hija de ocho años.
Más de 500 rescatistas y 14 helicópteros están desplegados en la zona. Además, la Guardia Nacional y la Guardia Costera de Texas han enviado refuerzos. “No nos detendremos hasta que todos hayan sido hallados”, declaró el sheriff Lethia, asegurando que cuentan con todos los recursos disponibles.
El presidente Donald Trump expresó sus condolencias a través de su red Truth Social: “Melania y yo rezamos por todas las familias afectadas por esta horrible tragedia”. También informó que la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, se desplazará al lugar del desastre.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, anunció la declaración de desastre para facilitar la movilización de recursos y escribió en su cuenta de X (antes Twitter): “Texas hará todo lo posible para asegurar que se encuentre a todas las personas desaparecidas”.
A pesar de la disminución de las lluvias, las alertas por inundaciones y crecida de ríos se mantienen activas en la región. Este desastre se suma a otra tragedia ocurrida en San Antonio el pasado mes de junio, donde 13 personas murieron también por inundaciones.
Expertos del servicio meteorológico y científicos han advertido que las inundaciones repentinas, cada vez más frecuentes, están estrechamente ligadas al cambio climático provocado por la actividad humana, que ha intensificado la frecuencia de fenómenos extremos como lluvias intensas, sequías y olas de calor.
La comunidad de Texas permanece en vilo, mientras continúa la búsqueda contrarreloj por salvar a las niñas desaparecidas y asistir a las víctimas de esta catástrofe natural que ya ha cobrado múltiples vidas.
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