


CAFÉ DIARIO, NUEVA YORK (EFE). – El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, confirmó este domingo que la operación militar “Martillo de Medianoche”, lanzada contra instalaciones nucleares iraníes, ha sido “un éxito aplastante” y ha “devastado completamente” el programa nuclear de la República Islámica.
En una rueda de prensa junto al jefe del Estado Mayor del Ejército, general Dan Caine, Hegseth detalló los pormenores de la operación, destacando el despliegue de más de 125 aeronaves, incluyendo siete bombarderos B-2 Spirit que ejecutaron el ataque directo sobre las instalaciones de Natanz, Isfahán y Fordo. Esta última fue alcanzada por dos bombas de alta penetración MOP GBU-57, en lo que constituyó el primer uso en combate de este tipo de armamento, junto a 14 bombas MOAB lanzadas en total.
La ofensiva, que se desarrolló en la madrugada del domingo, hora española, incluyó también el lanzamiento de más de 24 misiles Tomahawk desde un submarino estadounidense contra el complejo de Isfahán. Según Caine, los daños en las instalaciones fueron “extremadamente severos”.
El general explicó que la misión fue cuidadosamente diseñada para aprovechar el factor sorpresa, incluyendo una maniobra de distracción con bombarderos sobre el Pacífico como señuelo. No se tiene constancia de que Irán haya logrado activar sus sistemas defensivos ni desplegar aviones de combate en respuesta al ataque.
La operación, coordinada desde la base de los bombarderos B-2 en Misuri, implicó un trayecto de 18 horas con varias escalas de reabastecimiento antes de ejecutar el bombardeo a las 01:10 a.m., hora peninsular de España. Veinte minutos después del inicio del ataque, las aeronaves ya habían salido del espacio aéreo iraní.
A pesar del contundente resultado, Hegseth subrayó que la ofensiva fue una “operación de precisión” destinada exclusivamente a neutralizar la amenaza que representa el programa nuclear iraní, sin intención de provocar un cambio de régimen en Teherán.
“El presidente Donald Trump fue claro en su orden: directa, contundente y precisa”, afirmó Hegseth, advirtiendo a Irán que cualquier intento de represalia contra intereses estadounidenses “sería una muy mala idea”.
No obstante, el secretario de Defensa también expresó apertura al diálogo, al confirmar que existen “contactos privados” con autoridades iraníes a través de canales diplomáticos reservados, con el objetivo de brindarles oportunidades para regresar a la mesa de negociaciones.
“Irán sabe perfectamente cuál es nuestra posición y qué medidas puede tomar para lograr la paz. Esperamos que actúen con sensatez”, concluyó Hegseth.
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