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Salud

Atención primaria en salud: desafíos, avances y el rol clave del médico familiar en RD

CAFÉ DIARIO, SANTO DOMINGO. –  Aunque la atención primaria está concebida como la puerta de entrada al sistema de salud y el primer eslabón para la prevención y tratamiento de enfermedades, la realidad en la República Dominicana muestra un escenario marcado por limitaciones estructurales, escasos recursos y falta de articulación en la red sanitaria.

Así lo evidenció Rubén Vásquez, pasado presidente de la Sociedad Dominicana de Medicina Familiar y Comunitaria (Sodomefyc), quien denunció que muchos Centros de Primer Nivel (CPN) y Unidades de Atención Primaria (UNAP) operan con recursos mínimos, lo que obstaculiza la labor del médico familiar, figura clave en este nivel de atención.

“Tenemos muchos centros de atención primaria que no tienen insumos, que solamente tienen el escritorio, una silla y el médico”, lamentó Vásquez.

El alcance del médico familiar

El trabajo de un médico familiar va más allá de la consulta médica. Al llegar a una comunidad, su labor inicial es realizar un levantamiento de salud comunitaria, identificando pacientes hipertensos, diabéticos, embarazadas adolescentes o de alto riesgo, para luego diseñar un plan de intervención que reduzca esas cifras.

Sin embargo, las precariedades obligan al médico a asumir múltiples funciones: enfermero, promotor de salud, asistente administrativo y médico clínico, ante la falta de personal y herramientas básicas.

“Debemos tener al menos un laboratorio pequeño que haga un hemograma, una glicemia o una radiografía rápida para que los pacientes no se vayan a otros niveles”, agregó.

Centros con distintos niveles de respuesta

Durante un recorrido por centros del Distrito Nacional, se evidenciaron diferencias notables en la capacidad operativa. Mientras en el CPN de Manganagua se ofrecían servicios como vacunación, atención ginecológica, control prenatal y diagnóstico precoz de cáncer, en el centro del sector 30 de Mayo no se observaba flujo de pacientes y el personal declinó hablar sobre los servicios por falta de autorización.

En tanto, en el centro de La Feria, frente al Hospital Robert Reid Cabral, la demanda es alta pese a estar junto a un hospital de tercer nivel. Según Mercedes Contreras, colaboradora del centro, la UNAP ayuda a “desahogar el sistema”, brindando servicios como pediatría, medicina familiar, cardiología, psicología y odontología.

Débil articulación y desconfianza del paciente

Una de las grandes falencias señaladas por Vásquez es la desconexión entre los niveles de atención. Cuando un paciente es referido a un especialista, rara vez vuelve al médico de familia para seguimiento, lo que rompe la continuidad del cuidado.

“No somos referidores. El paciente debe regresar al primer nivel una vez el especialista le dé las recomendaciones”, recalcó.

Esta situación, sumada a la escasez de equipos y servicios, hace que muchos pacientes desconfíen de que se les pueda resolver su problema de salud en la UNAP o el CPN, por lo que optan por acudir directamente a especialistas.

Un modelo con potencial desaprovechado

En la práctica, el médico familiar está preparado para gestionar hasta 500 familias —unas 3,500 personas— con un enfoque integral y continuo. Sin embargo, la falta de centros adecuados frena esta capacidad. Según el Colegio Médico Dominicano (CMD), el país necesita al menos 6,000 centros de primer nivel, pero apenas cuenta con unas 1,900 unidades, muchas de ellas limitadas en su capacidad resolutiva.

Avances reportados por el SNS

Entre agosto de 2020 y agosto de 2023, el Servicio Nacional de Salud (SNS) informó la remodelación de 532 centros de atención primaria y 24 hospitales, como parte de un plan de mejora del sistema público de salud. No obstante, los expertos insisten en que la transformación de la atención primaria aún se encuentra en una fase muy inicial y requiere mayor voluntad política.

Un llamado a reconocer el valor del médico familiar

Desde su establecimiento en el país en 1981, la especialidad de medicina familiar —que se completa en tres años— ha sido clave para la atención integral, desde el nacimiento hasta la vejez.

“Somos una especialidad clínica, integral, holística. Estamos preparados para atender a toda la familia”, sostuvo la doctora Deverlin Peguero, médico familiar en Hato Mayor.

Para ambos especialistas, el reto no solo es mejorar la infraestructura, sino también educar a la población sobre el rol fundamental de la atención primaria y la importancia de confiar en el médico familiar como el primer contacto en su ruta de atención.

Principales enfermedades atendidas en atención primaria:

  • Hipertensión
  • Diabetes
  • Trastornos lipídicos
  • Anemias
  • Infecciones virales y comunitarias
  • Problemas nutricionales

Mientras se avanzan esfuerzos en infraestructura, la atención primaria sigue enfrentando barreras críticas que limitan su alcance. Fortalecer este nivel no solo significa construir más centros, sino dotarlos de capacidad resolutiva y fomentar la confianza de la población en sus servicios.

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