KIEV.- El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y el primer ministro húngaro, Víktor Orbán, celebraron este martes una reunión inédita en Kiev marcada por la cordialidad y centrada en las iniciativas propuestas por ambas partes para avanzar hacia el final de la guerra por la vía diplomática.
Tras agradecerle que viajara por primera vez a Ucrania desde el comienzo de la guerra y eligiera Kiev para el primer desplazamiento tras asumir este lunes Hungría la presidencia rotatoria del Consejo de la UE, Zelenski transmitió a Orbán que cuenta con el “liderazgo” húngaro para organizar “en los próximos meses” una segunda Cumbre por la Paz.
Ucrania celebró la primera edición de este evento a mediados del mes pasado en Suiza. Rusia no estaba invitada y la cumbre se saldó con un comunicado firmado por alrededor de 80 países en el que se piden medidas humanitarias y relativas a la seguridad alimentaria y energética.
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Portavoces ucranianos han declarado que Rusia puede ser invitada a la próxima edición de la Cumbre por la Paz que impulsa Kiev, y el presidente Zelenski dijo recientemente que Ucrania tendrá listo antes del final de este año un plan de paz detallado que podría serle presentado a Moscú tras recibir el apoyo de los países que apoyan a Kiev.
El mensaje de Zelenski a Orbán para que se implique en la organización de esta segunda cumbre hace pensar que Ucrania espera contar con Hungría como facilitador de un proceso diplomático en el que sí participe Rusia.
Orbán se ha opuesto a muchas de las iniciativas de apoyo militar y financiero a Ucrania de la UE, rechaza las sanciones a Rusia y es el líder europeo y de la OTAN con mejores relaciones con Moscú.
Orbán pide un alto el fuego
En el mismo tono conciliador, el primer ministro de Hungría expresó su aprecio por “las iniciativas para lograr la paz” de Zelenski, pero advirtió que pueden tardar mucho en materializarse y defendió ante el presidente ucraniano la necesidad de declarar “un alto el fuego” que permita avanzar más rápido hacia la paz.
“He pedido al señor presidente que piense si existe la posibilidad de tomar un rumbo algo diferente, de hacer una pausa, de parar el fuego y después comenzar, continuar las negociaciones, porque un alto el fuego podría acelerar el tempo de esas conversaciones”, declaró Orbán en una rueda de prensa conjunta.
El primer ministro húngaro se ha mostrado desde el comienzo de la guerra partidario de negociar, y se opone al envío de armas a Ucrania. Kiev, mientras tanto, ha rechazado la posición de Orbán por implicar la cesión de territorios ucranianos a Rusia.
Además de hablar de posibles pasos para avanzar hacia el final de la guerra, ambos líderes han abordado temas espinosos en las relaciones entre ambos países como las relaciones comerciales y la situación de la minoría húngara de Ucrania.
Hungría ha invocado la supuesta vulneración de sus derechos por parte de Kiev para justificar muchos de sus vetos a decisiones europeas que favorecen a Ucrania.
Orbán ha expresado su disponibilidad a firmar con Ucrania un acuerdo bilateral de cooperación en todos los campos como el que Hungría ya tiene con el resto de sus vecinos, y ha anunciado la apertura de una primera escuela en lengua ucraniana financiada por Budapest para los refugiados ucranianos que viven en territorio magiar.
Por su parte, Zelenski le ha agradecido esta medida y se ha comprometido a colaborar con la presidencia húngara del Consejo de la UE.
Entre los asuntos bilaterales tratados, el presidente ucraniano ha citado “el comercio, la cooperación transfronteriza, las infraestructuras y la energía”.
“El contenido de nuestro diálogo de hoy en todos estos asuntos puede servir de fundamento para un nuevo acuerdo bilateral entre nuestros países que regulará todas nuestras relaciones”, dijo Zelenski sobre el pacto al que también aludió Orbán.
Al menos por un día, la primera visita de Orbán a Kiev desde 2012 ha servido para disipar la tensión que ha marcado la relación entre ambas capitales por desconfianzas históricas que se agravaron por la posición crítica con Kiev y de cercanía al presidente ruso, Vladímir Putin, que ha mantenido Budapest desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero de 2022.