


CAFÉ DIARIO, SANTO DOMINGO. – A pesar de múltiples advertencias sobre el peligro inminente de un colapso estructural, los propietarios de la reconocida discoteca Jet Set, Antonio y Maribel Espaillat, decidieron continuar con una fiesta la noche del pasado 7 de abril de 2025, horas antes del derrumbe que provocó pérdidas humanas y materiales.
Según el expediente del Ministerio Público, el empleado Gregorio Adames alertó desde la mañana de ese mismo día sobre el deterioro progresivo del techo, reportando que “los plafones se estaban rompiendo porque les caían pedazos del techo”, lo cual representaba un riesgo evidente. Adames notificó de inmediato a Antonio Espaillat, quien respondió escuetamente que se comunicara con otro empleado, Manuel Jiménez Mateo.
Horas antes del colapso, durante el evento ya en curso, un cliente fue herido por un fragmento que cayó del techo. Gregorio Adames informó a Maribel Espaillat y le sugirió suspender la actividad, a lo que ella respondió que solo su hermano podía tomar esa decisión. Sin embargo, Antonio se encontraba fuera del país.
A pesar de los reportes reiterados y la recomendación directa de suspender la fiesta, los organizadores no tomaron acción. El expediente detalla que a las 2:44 p.m. de ese mismo día, Jiménez Mateo le notificó a Antonio Espaillat que se había contactado una empresa para evaluar los daños estructurales en los días posteriores. El imputado respondió que estaba “de acuerdo con ambas cosas”, pero en ningún momento ordenó la suspensión de la fiesta.
Acciones mínimas e insuficientes
Según el documento oficial, en la mañana del 7 de abril, un grupo de trabajadores acudió a reemplazar algunos plafones rotos y a extraer agua acumulada entre el techo real y el falso techo, contenida en lonas colocadas como solución temporal. Durante estas labores, incluso se escucharon objetos cayendo desde el techo, lo que confirmó la gravedad del deterioro estructural. Solo Gregorio Adames reaccionó señalando que “era un pedazo del techo”.
El Ministerio Público subraya que tanto Antonio como Maribel Espaillat estaban plenamente conscientes de la amenaza estructural. A pesar de ello, no suspendieron el evento ni evacuaron la discoteca, lo que los convierte en responsables directos por la tragedia.
Investigación en curso
Las autoridades continúan con la investigación para determinar todas las responsabilidades penales en torno a este caso, que ha conmocionado al país por la aparente negligencia de sus protagonistas. Se espera que en los próximos días se emitan medidas de coerción contra los involucrados mientras se amplían las diligencias judiciales.
La tragedia del Jet Set Club reabre el debate sobre la seguridad en espacios de entretenimiento y la responsabilidad de sus administradores, especialmente cuando existen señales claras de peligro inminente.
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