SANTO DOMINGO.- El rector del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), Julio Sánchez Mariñez, manifestó su preocupación sobre el destino de las Pruebas Nacionales para la educación secundaria, al conocer de planteamientos que cuestionan la continuidad de las mismas.
“Las Pruebas Nacionales, con tres décadas de mejoramiento sustantivo y administrativo, constituyen una fuente importante de retroalimentación para estudiantes, como también al propio sistema educativo, que no debe subestimarse ni menospreciarse. Una retroalimentación que, enfocada en el aprendizaje, puede contribuir a la mejora educativa continua”, dijo el doctor Sánchez Maríñez, según señala una nota de prensa.
Precisó que la insistencia en la medición de los aprendizajes y logros educativos como base para la formulación de políticas y decisión de acciones con base en evidencias constituye una tendencia internacional a la que no escapa prácticamente ningún país en la región y en la que República Dominicana se ha inscrito con las pruebas nacionales y participando en mediciones internacionales como las del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE) y las del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos de la OCDE (PISA), entre otras.
Sánchez Maríñez, experto en Planificación y Administración de la Educación Superior, consideró que antes que renunciar a las pruebas nacionales el sector educativo debería insistir en su aprovechamiento mediante el estudio de sus resultados por cada centro educativo, cada Distrito y cada Regional del Ministerio de Educación y por las autoridades centrales del Ministerio.
“Los resultados de las pruebas, promediados por centro educativo, Distrito y Regional deberían hacerse fácil y oportunamente disponibles a toda la ciudadanía, de manera que puedan verificarse los resultados comparativos de distintas unidades de análisis y explorar los factores diferenciales de dichos resultados”, expresó.
El rector del Intec expuso que para el nivel de educación superior, las pruebas nacionales constituyen un indicador aproximado y válido, como base para decisiones fundamentadas en evidencia del nivel de preparación académica de los egresados de educación secundaria que aspiran a continuar su formación en otros niveles educativos e insertarse en la vida productiva.
De igual forma, consideró que, en lugar de objetar las Pruebas Nacionales, independientemente de cualquier mejora de la que sean susceptibles, el Ministerio de Educación y el conjunto de instituciones educativas deberían enfocarse en las acciones que pudieran adoptarse respecto de los estudiantes que no logran aprobarlas y certificarse como bachilleres después de tantos años, esfuerzos y gastos invertidos con ese propósito.