Cusco, Perú.– Perú continúa consolidándose como uno de los referentes gastronómicos más importantes del mundo, no solo por su sazón y creatividad culinaria, sino también por la valorización de su biodiversidad agrícola. Uno de los mayores símbolos de esta riqueza es la papa, de la cual el país registra cerca de 4 mil variedades, clasificadas en blancas, amarillas y nativas.
En ese contexto, el restaurante cusqueño Nuna Raymi, cuyo nombre significa “Fiesta del Alma”, se ha convertido en un referente del rescate de la tradición andina al ofrecer en su carta 480 tipos de papas nativas, cultivadas hasta los 4,200 metros sobre el nivel del mar.
Ubicado a media cuadra de la Plaza de Armas de Cusco, el establecimiento fue reconocido en julio con el Premio de Sostenibilidad durante la feria gastronómica “Perú Mucho Gusto”, por su modelo de negocio enfocado en la conservación de la biodiversidad y el uso responsable de los recursos.
Entre las variedades que ofrece el restaurante se encuentran papas como Michisillo, Mashupapa, Qhachun Wacachi, Puka Punchu, Puma Maki y Yanabole, cada una con características únicas en forma, color y sabor, además de nombres en quechua que reflejan su origen cultural.
La fundadora del restaurante, Rocío Zúñiga, destacó que la experiencia va más allá de la gastronomía, ya que los comensales conocen la procedencia de los alimentos y participan en rituales tradicionales, como el ahumado de las papas con palo santo en la mesa.
Además de su propuesta culinaria, Nuna Raymi ha sido reconocido por el Gobierno Regional del Cusco, la Municipalidad Provincial y la Cámara de Comercio del Cusco, esta última distinguiéndolo como “Empresa ejemplo en economía circular”. El local opera con energía renovable, manejo responsable de residuos y una tienda de productos orgánicos.
El restaurante también se ha integrado al Plan de Acción de Empresas y Derechos Humanos de la ONU, alineando sus operaciones con estándares laborales y ambientales, reafirmando su compromiso con un sistema alimentario justo y sostenible.
Actualmente, Nuna Raymi continúa recibiendo a turistas y locales en Calle Triunfo 356, promoviendo un mensaje claro: disfrutar de la gastronomía peruana es también proteger su historia, su cultura y sus ecosistemas.
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