


CAFÉ DIARIO, ITALIA (EUROPA PRESS). – En una emotiva y sorpresiva aparición, el papa Francisco se presentó este Domingo de Ramos en la Plaza de San Pedro, marcando así el inicio de la Semana Santa en el Vaticano. A pesar de su convalecencia por recientes problemas respiratorios, el pontífice saludó a los fieles desde su silla de ruedas, sin necesidad de oxígeno, mostrando un visible avance en su recuperación.
“Buen Domingo de Ramos, buena Semana Santa”, expresó el Santo Padre desde el altar central, saludando a las más de 20,000 personas congregadas en la plaza, que celebraban con palmas y ramas de olivo la tradicional entrada triunfal de Jesús en Jerusalén.
Aunque delegó la lectura de la homilía en su compatriota, el cardenal argentino Leonardo Sandri, debido a su voz aún debilitada, el papa no quiso perderse el contacto directo con los fieles, desafiando las recomendaciones médicas que le indican mantener reposo.
Recuerdo a las víctimas de Santo Domingo
Durante el rezo del Ángelus, que esta vez fue publicado por escrito, el papa Francisco dedicó unas palabras a las víctimas del reciente derrumbe en una discoteca en la República Dominicana, donde al menos 226 personas perdieron la vida.
“Que Dios acoja en su paz a las víctimas del derrumbe de un local en Santo Domingo y sostenga a sus familiares”, pidió el pontífice, mostrando su cercanía espiritual con los afectados por esta tragedia. También instó a rezar por quienes sufren a causa de la guerra, la pobreza y los desastres naturales.
Fe y cercanía en medio de la recuperación
Tras salir el pasado 23 de marzo del hospital Gemelli de Roma, donde permaneció 38 días ingresado por una neumonía bilateral y otras complicaciones respiratorias, Francisco ha ido retomando su agenda de manera progresiva. Durante esta última semana, ha hecho varias apariciones públicas, incluyendo una visita a la basílica de Santa María la Mayor y una reunión inesperada con los reyes del Reino Unido, Carlos y Camila.
En esta misa del Domingo de Ramos, su mensaje central, leído por el cardenal Sandri, fue una invitación a la compasión activa:
“La pasión de Jesús se vuelve compasión cuando tendemos la mano al que ya no puede más, cuando levantamos al que está caído, cuando abrazamos al que está desconsolado”.
La Plaza de San Pedro, decorada con ramas de palma y olivo, fue escenario de una de las ceremonias más importantes del calendario católico, que abre la Semana Santa, uno de los periodos litúrgicos más significativos para los creyentes en todo el mundo.
Francisco, que se detuvo a hablar con niños y religiosas en su recorrido por la plaza, culminó la jornada en oración ante la tumba del Apóstol Pedro y el monumento a Benedicto XV.
La reaparición del papa, a pesar de su estado de salud, ha sido interpretada como un acto de valentía, cercanía y entrega pastoral, confirmando que la voz del líder de la Iglesia Católica sigue firme, aun en medio de la fragilidad física.
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