


CAFÉ DIARIO, SANTO DOMINGO. – La obesidad infantil ya no es un problema aislado, sino una epidemia en crecimiento que afecta a millones de niños y adolescentes en América Latina y el Caribe. Según organismos internacionales, al menos tres de cada diez menores de entre 5 y 19 años presentan sobrepeso. En la República Dominicana, la encuesta ENHOGAR MICS 2019 reveló que 8% de los menores de cinco años ya viven con exceso de peso.
“La obesidad infantil se ha convertido en una pandemia. Tenemos más niños con exceso de peso que nunca antes, y la principal causa es exógena: consumimos más calorías de las que gastamos. Solo un 1% de los casos se deben a causas genéticas o endocrinas”, explicó la pediatra-endocrinóloga Mariella Cedano Núñez.
Las causas del aumento
La especialista señala tres factores principales:
- El consumo elevado de alimentos ultraprocesados ricos en grasas, azúcares y conservantes.
- El sedentarismo, potenciado por el uso excesivo de dispositivos electrónicos.
- La disminución de la lactancia materna, reconocida como un factor protector.
A esto se suman condiciones como el peso muy alto o muy bajo al nacer, que también predisponen a la obesidad.
“Es necesario destapar menos empaques y pelar más frutas”, recomendó la doctora.
Diagnóstico y señales de alerta
El sobrepeso en niños y adolescentes se mide con curvas de crecimiento y el índice de masa corporal (IMC) ajustado por edad:
- Percentil 85-94: sobrepeso.
- Percentil 95 o más: obesidad.
Entre las señales tempranas de alarma está la acantosis nigricans, manchas oscuras en cuello y pliegues de la piel, que indican resistencia a la insulina.
Complicaciones a corto y largo plazo
El exceso de peso en la infancia no solo afecta la apariencia física, sino que está vinculado a enfermedades crónicas como:
- Diabetes tipo 2.
- Hipertensión arterial.
- Hígado graso.
- Problemas ortopédicos.
- Apnea del sueño.
- Trastornos emocionales como baja autoestima y depresión por bullying.
En las niñas aumenta la probabilidad de pubertad precoz, mientras que en los varones puede provocar acumulación de grasa en el pecho y área púbica.
El rol de la familia y la actividad física
Para Cedano, la solución no está en dietas estrictas, sino en cambiar hábitos en casa. “Los padres deben decidir qué se come, no los niños”, enfatizó. Recomienda:
- Evitar usar la comida como premio o castigo.
- Incentivar frutas, vegetales, proteínas magras y agua.
- Promover actividades físicas familiares.
La OMS recomienda que los menores realicen entre 30 y 60 minutos de ejercicio al día (al menos 180 minutos semanales), desde juegos al aire libre hasta deportes.
El desafío de las políticas públicas
La doctora subraya que el problema trasciende al hogar y requiere intervención estatal:
- Educación nutricional en las escuelas.
- Impulso al consumo de alimentos locales frescos.
- Regulación de la publicidad de ultraprocesados dirigida a menores.
- Mejores advertencias en el etiquetado y mayores impuestos a productos poco saludables.
Una amenaza para el futuro
De acuerdo con UNICEF y el Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil, tres de cada diez niños dominicanos ya tienen sobrepeso u obesidad, lo que anticipa una población adulta con mayor riesgo de enfermedades crónicas, afectando la calidad de vida y el sistema de salud.
“Si no actuamos ahora, el futuro de las nuevas generaciones estará seriamente comprometido”, advirtió Cedano.
Entre los signos que deben alertar a los padres se encuentran aumento acelerado de peso, ropa de tallas mayores a la edad y la aparición de manchas oscuras en la piel.
La obesidad infantil es una condición médica seria pero prevenible. Una alimentación más natural, menos pantallas y más movimiento se perfilan como la clave para frenar esta pandemia silenciosa que amenaza la infancia dominicana.
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