CAFÉ DIARIO, SANTO DOMINGO.- La salud capilar es un tema que va más allá de la estética. Mantener un cabello fuerte, brillante y saludable no solo mejora nuestra apariencia, sino que también refleja nuestro bienestar general.
La salud capilar se refiere al estado general del cabello y del cuero cabelludo. Un cabello saludable se caracteriza por su elasticidad, brillo, suavidad y resistencia a la rotura. Por otro lado, un cuero cabelludo sano está libre de irritaciones, caspa y exceso de grasa o sequedad.
El cabello está compuesto principalmente por queratina, una proteína que también se encuentra en las uñas y la piel. Aunque el cabello en sí no está vivo, el folículo piloso, que es la estructura debajo de la piel donde crece el cabello, está lleno de actividad celular y requiere cuidado para funcionar correctamente.
Los problemas capilares pueden ser el resultado de diversos factores, como desequilibrios hormonales, deficiencias nutricionales, uso excesivo de productos químicos o herramientas de calor, así como enfermedades dermatológicas.
¿Cómo mantener una buena salud capilar?
Mantener una buena salud capilar requiere un enfoque integral que combine hábitos saludables, cuidado externo e intervenciones profesionales cuando sea necesario. Veamos cómo mantener una buena salud capilar en 8 pasos.
Adoptar una dieta equilibrada
Incorporar alimentos como frutas, verduras, nueces, pescado y legumbres proporciona las vitaminas y minerales necesarios para fortalecer el cabello desde la raíz. Es por este motivo por el que es tan importante mantener unos buenos hábitos nutricionales si se quiere preservar la salud del cabello.
Usar productos adecuados
Seleccionar champú, acondicionador y tratamientos que se adapten a cada tipo de cabello es fundamental. Hay que evitar productos con sulfatos agresivos, parabenos y siliconas, ya que pueden dañar el cabello y el cuero cabelludo a largo plazo.
Evitar el uso excesivo de calor
Las herramientas de calor como las planchas, los rizadores y los secadores pueden debilitar el cabello si se usan con frecuencia. Opta por secar el cabello al aire siempre que sea posible y utiliza protectores térmicos cuando recurras a estas herramientas.
Mantener el cuero cabelludo limpio
Lavar el cabello con regularidad es esencial para eliminar el exceso de grasa, suciedad y residuos de productos. Sin embargo, no es recomendable lavarlo en exceso, ya que podría eliminar los aceites naturales que lo protegen.
Masajes capilares
¿Sabías que los masajes en el cuero cabelludo estimulan la circulación sanguínea? Y no solo eso, sino que también favorecen el crecimiento del cabello y fortalecen los folículos pilosos. Se pueden realizar con aceites esenciales como el de romero o lavanda para potenciar sus beneficios.
Proteger el cabello del sol
La exposición prolongada a los rayos UV puede debilitar el cabello y hacerlo más propenso a la sequedad. Usar sombreros o productos con protección solar para el cabello es una medida preventiva eficaz para conseguirlo.
Evitar el estrés
Igual que el estrés afecta a otras áreas de la salud más allá de la mental, también tiene su impacto en la salud del cabello. Puede provocar la caída del pelo y afectar su calidad. Practicar técnicas de relajación, como el yoga o la meditación, ayuda a mantener el equilibrio emocional y favorece la salud capilar.
Cortar las puntas regularmente
Eliminar las puntas abiertas o dañadas cada 6 u 8 semanas ayuda a prevenir que el daño se extienda al resto del cabello. Se trata de un paso básico para todo aquel que se pregunte cómo mantener una buena salud capilar, ya que es una medida de control altamente efectiva para garantizar el bienestar del cabello.
¿Qué médico se encarga de la salud capilar?
El médico que se encarga de la salud capilar es el dermatólogo. Este especialista diagnostica y trata afecciones relacionadas con el cabello y el cuero cabelludo, como la alopecia, la dermatitis seborreica y las infecciones fúngicas.
En algunos casos, los dermatólogos trabajan en colaboración con otros profesionales como los tricolólogos, quienes se enfocan exclusivamente en problemas capilares y del cuero cabelludo. Aunque este profesional no es un médico, su conocimiento especializado puede ser de gran ayuda a la hora de elaborar un tratamiento junto al dermatólogo.
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