CIUDAD DE MÉXICO.- El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, criticó este martes el «sensacionalismo» en torno al huracán Beryl, de categoría 5, el ciclón más intenso para esta etapa temprana de la temporada del Atlántico y que a finales de esta semana puede tocar tierra en el sureste de México.
“No van a quedar desamparados nunca, pero que también no se alteren, porque va a haber también mucho sensacionalismo, demasiada información sobre el huracán, exagerada», pidió el mandatario a los habitantes del Caribe mexicano en su conferencia matutina.
Beryl, que ha dejado cuatro muertos en las islas del Caribe, es el primer huracán de la temporada y sienta un «alarmante precedente» porque nunca se había formado a estas alturas de año un ciclón de máxima intensidad en el Atlántico, alertó este martes la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) advirtió el lunes de un doble impacto en México, donde entre jueves y viernes tocaría tierra en Quintana Roo, el mayor estado turístico del país, y entre domingo y lunes en Veracruz, en el Golfo de México.
Pero López Obrador señaló que «ahora no hay ninguna certeza de que va a llegar con fuerza y que va a entrar por Chetumal», la capital de Quintana Roo, «o por ningún pueblo, todavía no hay eso».
“Nosotros les vamos a avisar, pero hasta ahora no hay nada, está muy distante de las costas, sí se está desplazando con fuerza, pero todavía (falta)», argumentó.
Aún así, prometió que «se está dando seguimiento al huracán», por lo que ya desplegó al Ejército y la Marina en Quintana Roo, donde ya trabajan con la gobernadora, Mara Lezama.
“Cuando se requiera, cuando sea necesario, vamos a avisar para la protección, que desde ahora se piense que lo material siempre se recupera, lo más importante son las vidas, entonces, si se da el aviso de evacuar, va a ser ordenado», señaló.
De los tres ciclones que ha habido en este temporada del Atlántico, Beryl puede ser el tercero en impactar México, donde el domingo ingresó la tormenta Chris, que dejó inundaciones en el centro y oriente del país.
Mientras que la tormenta Alberto, que tocó tierra el pasado 20 de junio, dejó seis muertos en Nuevo León, estado de la frontera norte de México, y destrozos e inundaciones en Monterrey, la segunda ciudad más poblada del país.
Las autoridades mexicanas pronosticaron en mayo hasta 41 ciclones con nombre en el océano Atlántico, con hasta 50 % más tormentas del promedio, y el Pacífico, con un 10 % más fenómenos, de los que al menos cinco impactarían al país.