
CAFÉ DIARIO, MADRID (EFE). – Un estudio multicéntrico desarrollado en varios hospitales de España plantea que la saliva podría ser utilizada como herramienta diagnóstica y de seguimiento en pacientes con cáncer de cabeza y cuello, ofreciendo una alternativa no invasiva y económica a las biopsias tradicionales.
Los resultados preliminares fueron presentados en el 76º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) y están liderados por Xavier Avilés, jefe de la Unidad de Tumores de Cabeza y Cuello del Hospital Clínic de Barcelona.
De acuerdo con Avilés, el microbioma salival el conjunto de microorganismos que habitan en la cavidad oral puede reflejar con precisión el entorno biológico del tumor y ofrecer pistas sobre su evolución clínica y la respuesta del paciente al tratamiento.
“La saliva no es solo un reflejo pasivo de la cavidad oral. Contiene información funcional que puede revelar cómo evoluciona el tumor y cómo responde a la terapia”, explicó el especialista.
Una “biopsia líquida salival” para monitorear el cáncer
La investigación propone el uso de una “biopsia líquida salival”, una técnica que permitiría evaluar periódicamente la evolución del tumor mediante simples muestras de saliva. Este método, según los investigadores, podría facilitar la detección temprana de recaídas y la personalización de los tratamientos.
Los primeros hallazgos muestran que los pacientes con cáncer presentan una menor diversidad microbiana y un aumento de bacterias con potencial proinflamatorio. En particular, los géneros Selenomonas, Actinomyces y Prevotella fueron identificados como posibles indicadores de progresión tumoral.
El análisis se realizó mediante técnicas de secuenciación masiva de ADN, capaces de identificar las bacterias presentes y evaluar sus funciones metabólicas e inmunológicas.
Un método sencillo, económico y beneficioso para el paciente
El doctor Avilés destacó que la técnica es fácil de aplicar, segura y de bajo costo, lo que la convierte en una opción viable para integrar en la práctica clínica rutinaria. Además, evita los riesgos asociados a las biopsias repetidas, un procedimiento que no siempre puede realizarse por la ubicación o el estado del tumor. “Parece existir un diálogo entre el microbioma y el tumor; descubrir cómo se relacionan puede ser clave no solo para el pronóstico, sino también para diseñar terapias futuras”, añadió el investigador.
Próximos pasos: inteligencia artificial y validación internacional
El equipo español trabaja ahora en la validación de los resultados en cohortes más amplias y distintos subtipos tumorales, además del desarrollo de modelos predictivos basados en inteligencia artificial que integren datos clínicos, moleculares y microbianos.
Entre los centros participantes se encuentran los hospitales Clínic, Sant Pau, Central de Asturias, Joan XXIII de Tarragona, Instituto Valenciano de Oncología, La Paz, Donostia, San Pedro de Logroño, Bellvitge, Mar y Vall d’Hebron, entre otros.
Según la SEORL-CCC, este trabajo representa “un paso adelante hacia la identificación de biomarcadores no invasivos en el cáncer de cabeza y cuello” y podría transformar la manera en que se monitoriza y trata esta enfermedad en los próximos años.

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