
CAFÉ DIARIO, CARACAS (EFE).- Falta menos de un mes para navidad en Venezuela, pero los ciudadanos aún no saben si el aguinaldo alcanzará para comprar los ingredientes de la cena navideña ni cómo se resolverá la crisis política que enfrenta el país tras unas elecciones controversiales. Tanto el presidente Nicolás Maduro como la oposición afirman haber ganado.
El anuncio de Maduro de adelantar la celebración navideña al 1 de octubre, realizado el lunes sin detalles sobre el impacto de esta decisión, ha dejado a muchos venezolanos en un estado de incertidumbre. Aunque no es la primera vez que Maduro adelanta la Navidad, este cambio llega en un momento de gran confusión.
La falta de transparencia y verificación en las elecciones ha generado desconcierto tanto a nivel nacional como internacional, mientras que la crisis económica prolongada sigue afectando a los ciudadanos.
“Se supone que la Navidad es un tiempo de alegría y celebración familiar. Pero con la falta de dinero y esta crisis política, ¿quién puede creer que es momento de adelantar la Navidad?”, cuestionó José Ernesto Ruiz, un oficinista de 57 años. Según él, el ambiente festivo de diciembre parece lejano.
En años anteriores, Venezuela ya ha vivido Navidades adelantadas, en 2019, 2020 y 2022, siempre por decisión de Maduro. Durante esos años, las calles se decoraron con antelación y se organizaron eventos públicos. Sin embargo, nunca se había adelantado tanto la celebración como en esta ocasión.
Maduro argumentó que las “buenas perspectivas económicas” y el apoyo de los venezolanos en tiempos difíciles justificaban el adelanto de la Navidad. “Llegó la Navidad con paz, felicidad y seguridad”, afirmó, sugiriendo que las protestas recientes relacionadas con las elecciones ya habían sido controladas.
El Consejo Nacional Electoral, dominado por el oficialismo, declaró a Maduro ganador con 6,4 millones de votos frente a los 5,3 millones de su adversario, Edmundo González. No obstante, la oposición asegura que sus registros muestran que González obtuvo 7,3 millones de votos, mientras que Maduro solo 3,3 millones. Además, observadores internacionales han cuestionado la imparcialidad del tribunal electoral.
El lunes también se emitió una orden de detención contra González por presuntos delitos, lo que ha añadido más tensión a la situación política.
Para muchos venezolanos, el anuncio de adelantar la Navidad ha sido recibido con escepticismo. “Nos preocupa más qué vamos a llevar a la mesa, cómo pagaremos el transporte y las medicinas”, comentó Inés Quevedo, una secretaria de 39 años. “No creo que nos suban los sueldos o paguen el aguinaldo en octubre. Sin aguinaldo y sin hallacas, no hay Navidad.”
El aguinaldo, obligatorio por ley, solía ser suficiente para las compras navideñas, pero su valor ha disminuido significativamente. Antes de la llegada de Chávez al poder, era suficiente para comprar ropa, regalos o ingredientes para la cena. Hoy en día, esto ya no es el caso.
“La Navidad me encanta, pero no creo que sea el momento adecuado para adelantarla”, opinó Yoana Pérez, una estudiante de 21 años. A su lado, Mayela Sánchez, una ex ayudante de cocina de 81 años, expresó su desacuerdo: “La Navidad es una fecha sagrada, cada cosa a su debido tiempo.”
En un país donde los salarios se fijan en bolívares y los precios en dólares, los productos básicos, especialmente los alimentos, han visto incrementos significativos. Las cebollas, por ejemplo, costaban 0,41 dólares en 2017, cuando el salario mínimo era de 32 dólares al mes. Ahora, su precio supera los 1,98 dólares.
Los venezolanos se sienten agobiados por los bajos salarios y los altos precios de los bienes, muchos de los cuales están dolarizados pero se pagan en bolívares. El salario mínimo, estancado desde marzo de 2022, es de 130 bolívares al mes, aproximadamente 3,55 dólares, mientras que el ingreso promedio en el sector privado es de unos 110 dólares mensuales.
“Veremos en qué queda esto de la Navidad”, concluyó Quevedo, en referencia a la falta de detalles sobre la iniciativa del gobierno.

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