Las enfermedades pulmonares, como la bronquitis, bronquiolitis y neumonía, son algunas de las afecciones respiratorias más comunes que afectan tanto a adultos como a niños, especialmente durante los meses de invierno. Según la doctora Rosario Menéndez, directora del programa de investigación de neumonías de SEPAR, estas afecciones comparten síntomas, pero varían en gravedad y tratamiento dependiendo del agente causante y del grupo afectado.
Bronquitis: Infección frecuente y generalmente viral
La bronquitis es una inflamación de los bronquios, que en la mayoría de los casos es causada por infecciones virales. La doctora Menéndez señala que esta enfermedad se caracteriza por la tos persistente y la expectoración, aunque puede haber fiebre leve. El tratamiento generalmente es sintomático, sin necesidad de antivirales, ya que la infección suele ser leve. Además de virus, la bronquitis puede ser causada por inhalación de humo o gases tóxicos.
Neumonía: Infección pulmonar grave
La neumonía, también conocida como pulmonía, es una infección grave de los pulmones que puede ser causada por virus, bacterias u hongos. Entre los síntomas más comunes se encuentran la fiebre alta, tos con expectoración, dolor en el costado y, en casos graves, dificultad respiratoria. Según Menéndez, el tratamiento dependerá del agente que provoque la infección, como antibióticos en caso de bacterias, antivirales o antifúngicos, según sea el caso. El diagnóstico se confirma generalmente a través de una radiografía.
Bronquiolitis: Afección en niños lactantes
La bronquiolitis es una infección que afecta a los lactantes, principalmente durante el invierno, y es causada en la mayoría de los casos por el virus respiratorio sincitial (VRS). Según la Sociedad Española de Neumología Pediátrica, esta enfermedad es común en menores de 2 años y suele durar alrededor de una semana. Aunque la bronquiolitis es generalmente benigna, en algunos casos puede provocar hospitalización y problemas respiratorios futuros, especialmente en aquellos que ya han requerido hospitalización previa.
Gripe y su relación con la neumonía
La doctora Menéndez destaca que en algunos casos graves, la gripe puede derivar en neumonía, especialmente en personas vulnerables como ancianos o aquellos con condiciones médicas preexistentes. La gripe, que generalmente comienza en diciembre, puede alcanzar su pico en enero o febrero, y aunque en la mayoría de los casos es leve, puede requerir hospitalización cuando se complica con una neumonía.
Prevención de las enfermedades pulmonares
La doctora Menéndez insiste en la importancia de la vacunación, tanto en niños como en adultos, como la principal medida de prevención. Las vacunas, como la antigripal o las específicas para el VRS, son cruciales para evitar complicaciones graves. Además, subraya el uso de mascarillas como una herramienta efectiva para prevenir el contagio de enfermedades respiratorias, especialmente en contacto con personas enfermas.
Otras medidas preventivas incluyen evitar el consumo de tabaco, mantener una buena higiene bucal y asegurar una adecuada ventilación en espacios cerrados. La doctora también resalta la relevancia de la higiene personal y la importancia de mantener a los niños hidratados y con lavados nasales frecuentes en caso de presentar síntomas de bronquiolitis.
La prevención a través de la vacunación y medidas higiénicas sigue siendo el enfoque más efectivo para reducir el impacto de estas enfermedades respiratorias, especialmente en los grupos más vulnerables.
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