Por: Esmildry Rodríguez Medrano
En el sector financiero, el Consejo de Administración desempeña un papel crucial para garantizar que las entidades de intermediación operen de manera transparente, eficiente y conforme a la normativa vigente. Su responsabilidad no solo abarca la dirección estratégica, sino también la protección de los intereses de los clientes, accionistas y demás partes interesadas.
En este sentido, en República Dominicana, la Ley Monetaria y Financiera 183-02 establece las bases legales para las actividades de las entidades financieras. Dentro de este marco, el Consejo de Administración es responsable de supervisar que la entidad cumpla con los estándares de estabilidad financiera y ética empresarial. Conforme a esta ley, los miembros del Consejo deben actuar con diligencia, lealtad y un compromiso firme para mantener la solidez de la institución.
En este aspecto, a su vez, el Reglamento de Gobierno Corporativo para las Entidades de Intermediación Financiera, emitido por la Junta Monetaria, refuerza este mandato al detallar las funciones, composición y responsabilidades del Consejo. Este reglamento exige que las entidades financieras implementen estructuras de gobierno que prioricen la transparencia, la rendición de cuentas y la gestión adecuada de los riesgos.
Entre los aspectos más destacados del Reglamento de Gobierno Corporativo se encuentran:
- Composición del Consejo:
Estipula que el Consejo debe estar compuesto por miembros con experiencia y conocimientos suficientes para tomar decisiones informadas. Además, exige la presencia de consejeros independientes, quienes aportan objetividad en la supervisión de la gestión ejecutiva y reducen el riesgo de conflictos de interés.
- Supervisión y control:
Una de las funciones clave del Consejo es garantizar que la entidad cuente con políticas efectivas para la gestión de riesgos, la auditoría interna y el cumplimiento normativo. Esto incluye la implementación de controles internos que permitan identificar y mitigar riesgos financieros, operativos y legales.
- Ética y transparencia:
Promueve una cultura corporativa basada en la ética y la transparencia. Esto implica establecer códigos de conducta claros, divulgar información financiera precisa y asegurar que las decisiones estratégicas estén alineadas con los valores corporativos y los intereses de los clientes.
En el contexto internacional, normativas como Basilea III también influyen en las prácticas de gobernanza corporativa en las entidades financieras dominicanas. Estas directrices refuerzan la importancia de la gestión de riesgos y los controles internos, aspectos en los que el Consejo de Administración desempeña un papel protagónico.
Por consiguiente, ¿por qué es importante todo esto para los clientes y el público en general? Porque un gobierno corporativo sólido no solo protege a la entidad de sanciones regulatorias, sino que también garantiza la seguridad de los depósitos y la confianza en el sistema financiero. Por ejemplo, cuando el Consejo supervisa adecuadamente la prevención de riesgos, como el lavado de activos o los fraudes financieros, está protegiendo tanto a la institución como a sus usuarios.
En palabras más simples, el Consejo de Administración es como el timón de un barco: dirige la entidad hacia un futuro estable y seguro. Pero también es el escudo que protege a los clientes y accionistas de posibles situaciones legales y financieras.
En síntesis, la gobernanza corporativa no es solo un requisito legal, es una necesidad estratégica. El Consejo de Administración, respaldado por la Ley 183-02, el Reglamento de Gobierno Corporativo y las normativas internacionales, tiene la responsabilidad de garantizar que las entidades financieras operen de manera ética, transparente y en beneficio de todos los actores involucrados, por el impacto tan esencial que juega la estabilidad económica del sector bancario y financiero en el desarrollo de un país.
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