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Francisco Céspedes enamora con su concierto sinfónico en Santo Domingo

CAFÉ DIARIO, SANTO DOMINGO. – El reconocido cantautor cubano Francisco Céspedes ofreció una velada de intimidad y amor en el Teatro Nacional con su espectáculo "Francisco Céspedes Sinfónico". Durante casi dos horas, el artista transformó el escenario en un espacio único, cautivando a un público que, aunque no llenó completamente el teatro, disfrutó de cada momento con gran emoción.

Acompañado por la Orquesta Filarmónica de Santo Domingo, bajo la dirección del maestro Amaury Sánchez, "Pancho", como es cariñosamente llamado, deleitó a los asistentes con sus más grandes éxitos, dejando claro su talento vocal y su inigualable interpretación.

El concierto comenzó a las 8:47 de la noche del sábado, cuando Céspedes apareció en el escenario interpretando "Dónde está la vida", recibiendo una cálida ovación del público. Con un elegante traje negro, saludó a los presentes con un emotivo "Buenas noches, Santo Domingo".

A medida que avanzaba la noche, compartió anécdotas personales que hicieron aún más especial la velada. "Esta fue la segunda canción que compuse para una novia que tenía, con esta canción la enamoré", dijo antes de interpretar uno de sus clásicos. Entre las canciones que formaron parte del repertorio se incluyeron "Miradas", "Qué hago contigo", "Todo es un misterio", "Se parece a ti", "Tú, ¿por qué?" y "Se perdieron los dos".

En un momento especial, el artista se acomodó en una silla en el centro del escenario, logrando una conexión emocional más profunda con el público, quien coreó cada una de sus letras con gran sentimiento.

Uno de los momentos más destacados de la noche fue la aparición del cantante español Enrique Ramil. Aunque estaba previsto que fuera el telonero, terminó sorprendiendo a los asistentes con su poderosa voz y emotiva interpretación.

"Lo vi cantar en las redes sociales (a veces tienen cosas buenas) y me enamoré de él", confesó Céspedes antes de presentar a Ramil, a quien elogió diciendo que canta incluso mejor que él. Juntos interpretaron "Remolino", recibiendo una ovación de pie del público.

Ramil continuó con su actuación en solitario, interpretando "Señora", de Rocío Jurado, y "A la que vive contigo", de Manoella Torres. Al finalizar, agradeció emocionado la acogida del público dominicano: "Gracias a Pancho, a todo el equipo y a los amigos que hicieron esto posible. Gracias a todos ustedes".

Durante la noche, Céspedes rindió homenaje a su amigo y mentor, el legendario compositor mexicano Armando Manzanero. "Fue la única persona que, creo yo, vio la luna antes que los americanos", expresó antes de interpretar "Contigo aprendí", dedicándola a su novia Lilibeth, quien se encontraba en primera fila.

El tributo no se detuvo ahí. También recordó a otros grandes de la música como Joan Manuel Serrat y Pablo Milanés, con quienes compartió su amor por la composición y la interpretación.

Entre canciones y relatos personales, el cantautor compartió recuerdos de su infancia en Cuba, su abuela que le enseñó a cantar y el apoyo incondicional de sus padres. Interpretó temas inolvidables como "Todavía", "Pensar en ti" (canción que cedió a Luis Miguel), "Como si el destino", dedicada a la madre de sus hijos, y los clásicos "Señora" y "Vida loca".

A las 10:40 de la noche, Céspedes agradeció al público por su calidez y respaldo. La audiencia, completamente entregada, le ovacionó de pie, pidiendo más.

Para cerrar, interpretó "Se me antoja la vida", en la que nuevamente se unió Enrique Ramil, poniendo el broche de oro a un concierto cargado de emoción y complicidad.

El espectáculo fue un viaje sonoro y sentimental a través de la vida y obra de Francisco Céspedes. La combinación de su inconfundible voz con los arreglos sinfónicos y la iluminación escénica crearon una atmósfera mágica, dejando en el recuerdo de los asistentes una noche de pura música y sentimiento.

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