


CAFE DIARIO, SAN JUAN.- El actor puertorriqueño Carlos Merced falleció a los 62 años, en Orlando, Florida, luego de una larga batalla contra el cáncer.
A través de un comunicado de prensa, la familia de Merced lamentó su deceso y destacó sus cualidades como “gran actor, comediante, escritor, educador, excelente esposo, padre y abuelo”. “Un ser humano excepcional que nos deja un legado de amor, compromiso y dedicación, el cual será recordado por todos quienes tuvieron el privilegio de conocerle”, lee parte del escrito.
En febrero, el comediante habló con El Vocero y comunicó una vez más que, “con fe, amor y de la mano de Dios”, enfrentaba un nuevo diagnóstico de cáncer, que comprometía sus pulmones y el hígado.
Cabe destacar que, tras recibir el trasplante de hígado, nueve años más tarde requirió un trasplante de riñón, por el que esperó un plazo aproximado de dos años.
Posteriormente, en el 2020 estuvo recluido en el hospital por un periodo de casi 40 días tras ser diagnosticado con cáncer de hígado, que luego de recibir tratamientos, logró vencer.
Tan reciente como en 2022, el actor con más de cuatro décadas de trayectoria enfrentó cáncer en el pulmón izquierdo y también logró superarlo.
Eventualmente, fue adoptado por la familia de Happy Productions con quienes laboró en programas como Entrando por la cocina, Kiosko Budweiser, Eso vale y Atácate. En 1998, Merced integró el elenco del programa matutino A fuego, así como debutó en el mundo de las grabaciones discográficas con un compacto navideño lleno de humor. Ese mismo año debutó en Puerto Rico en el teatro musical representando al personaje de Herodes en el musical tropicalizado, Jesucristo Superstar.
Su experiencia en teatro va desde excelentes comedias infantiles hasta musicales. Incursionó en el mundo del teatro en 1981 con Los titingós de Juan Bobo de Carlos Ferrari.
De ahí en adelante destacó en La nena de casa en 1985, Llegó Papo de Nueva York en 1988, Puerto Rico fua en 1990, Con el agua hasta el cuello en 1991, Los tres cerditos y Casa de mujeres en 1993 y Amor en la hamaca 1994.
Un mime en la leche y La cenicienta en 1997, Yo me quiero divorciar en 1998, también hacen parte de las obras en las que participó Merced.
A Merced le sobrevive su esposa Lesbia Feliciano, así como su hija Andrea y sus nietas, Giulia y Luna.
Los detalles de las exequias se compartirán más adelante. La familia agradece las muestras de cariño y el apoyo de los seguidores y compatriotas de Merced.
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