


CAFÉ DIARIO, NUEVA YORK (EFE). – El consumo de cigarrillos electrónicos sigue aumentando a nivel global, y con ello surgen nuevos efectos secundarios preocupantes. Uno de los más recientes es la llamada “lengua del vapeador”, una condición que afecta el sentido del gusto y que ha comenzado a captar la atención de médicos y dentistas.
Se trata de una afección que provoca la pérdida o reducción temporal del sentido del gusto, especialmente hacia ciertos sabores, causando que los alimentos resulten insípidos o incluso desagradables. Según expertos, aunque esta condición puede aparecer en fumadores tradicionales, el vapeo introduce factores que agravan el problema, como la exposición a altas temperaturas y la deshidratación.
El experto en farmacología dental Tom Viola, con más de 30 años de experiencia, detalló en una entrevista para el canal de YouTube de Dental Economics cómo el vapor generado por los dispositivos puede alcanzar temperaturas de hasta 150°C, dañando el tejido de la lengua antes de enfriarse. "El contacto constante con vapor caliente puede lesionar la mucosa bucal y alterar la percepción de los sabores", explicó Viola.
Consecuencias desconocidas y riesgos potenciales
El vapeo sigue siendo objeto de estudio, y la “lengua del vapeador” es una muestra más de que los efectos a largo plazo de esta práctica están lejos de comprenderse completamente. Además del daño a las papilas gustativas, los expertos advierten que esta condición podría estar vinculada a una desensibilización crónica, dificultando aún más la recuperación del sentido del gusto.
Entre los factores que agravan esta afección destacan:
- Daño térmico: El vapor caliente ocasiona microlesiones en la lengua y el tejido oral.
- Deshidratación: El vapeo constante puede reducir los niveles de saliva, generando sequedad y agravando los síntomas.
- Desensibilización a sabores: La exposición prolongada a líquidos con saborizantes intensos podría saturar las papilas gustativas.
Un llamado a la conciencia
La aparición de este fenómeno ha encendido las alarmas entre los profesionales de la salud. Aunque el vapeo es percibido por muchos como una alternativa menos nociva al cigarrillo tradicional, las consecuencias como la “lengua del vapeador” y otros efectos secundarios ponen en duda su seguridad a largo plazo.
Los expertos recomiendan limitar el uso de estos dispositivos y acudir a revisiones médicas frecuentes si se experimentan alteraciones en el gusto o molestias orales.
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