


CAFÉ DIARIO, SANTO DOMINGO. – La transformación tecnológica está redefiniendo el mundo del trabajo a un ritmo vertiginoso. Desde la automatización hasta la inteligencia artificial, pasando por la digitalización de procesos, la forma en que producimos, consumimos y trabajamos ha cambiado drásticamente. En este escenario, la República Dominicana tiene ante sí una oportunidad única para capitalizar este momento histórico y modernizar su mercado laboral.
Según el más reciente informe del Banco Mundial titulado "El Futuro del Trabajo en América Central y la República Dominicana", el país cuenta con condiciones favorables para adaptarse a la transformación digital, gracias a una economía en crecimiento y una productividad laboral que ha mostrado avances significativos en las últimas décadas.
El informe destaca que la automatización y el uso de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) pueden generar nuevos empleos, mejorar la productividad y facilitar modalidades laborales más flexibles. Sin embargo, para que estos beneficios se materialicen plenamente, es necesario cerrar brechas persistentes.
Entre los principales retos se encuentran la alta tasa de informalidad laboral, el elevado número de jóvenes que no estudian ni trabajan (conocidos como “ninis”), y la desigualdad de género en el acceso al empleo. Además, existe una importante desconexión entre las habilidades que ofrece el sistema educativo y las que demandan los empleadores: el 40 % de las empresas reporta dificultades para cubrir vacantes por falta de competencias técnicas o experiencia.
A esto se suma una baja adopción de tecnologías digitales: solo un 10 % de los trabajadores dominicanos usa herramientas digitales de forma intensiva y apenas un 13 % participa en plataformas de trabajo en línea o “gig economy”.
Iniciativas y apoyo internacional
Durante las Reuniones de Primavera del Banco Mundial, se advirtió que en la próxima década 1,200 millones de jóvenes ingresarán al mercado laboral global frente a solo 420 millones de vacantes disponibles, lo que refuerza la necesidad urgente de adoptar una agenda laboral adaptada a los nuevos tiempos.
En respuesta, el Banco Mundial apoya diversas iniciativas en el país para fortalecer su fuerza laboral. Una de ellas es el programa INSPIRE, que busca aumentar en ocho puntos porcentuales la participación laboral de los jóvenes beneficiarios del programa SUPÉRATE, mediante formación técnica, aprendizaje práctico y apoyo al emprendimiento.
Asimismo, la institución trabaja con el sistema académico nacional para impulsar formación en habilidades digitales y apoyar reformas en el sistema de salud e infraestructura sanitaria, con el objetivo de reducir el ausentismo laboral e incrementar la productividad.
El camino hacia un trabajo más inclusivo
Para avanzar, el informe recomienda medidas clave como:
- Ampliar el acceso a tecnologías digitales, especialmente en las pequeñas y medianas empresas (pymes).
- Fortalecer la educación en habilidades digitales críticas.
- Adaptar la protección social para los trabajadores de plataformas digitales.
El avance tecnológico no es una amenaza si se gestiona con visión y políticas adecuadas. Por el contrario, puede ser la clave para un futuro laboral más inclusivo, saludable y competitivo. La República Dominicana está en una encrucijada: o aprovecha esta ola de progreso tecnológico, o corre el riesgo de quedarse atrás en un mundo que no se detiene.
No Comments yet!