
CAFÉ DIARIO, El Cairo. — Tras más de veinte años de planificación, demoras y expectativas, Egipto inauguró oficialmente este sábado el Gran Museo Egipcio (GEM), considerado el edificio cultural más grande del siglo XXI y una obra monumental que busca impulsar una nueva era para el turismo y el patrimonio del país.
La ceremonia de apertura reunió a 79 delegaciones internacionales, incluyendo 39 jefes de Estado y de Gobierno provenientes de Alemania, Japón, Arabia Saudita, Bélgica, España y Dinamarca, según informó la presidencia egipcia. En los días previos, potentes haces de luz iluminaron las Pirámides de Guiza y la imponente fachada del museo, anticipando la magnitud histórica del evento.
Construido con financiamiento y asistencia técnica de Japón, el GEM se extiende sobre 500 mil metros cuadrados con una vista privilegiada hacia las legendarias pirámides. Su diseño triangular de vidrio, a cargo del estudio irlandés Heneghan Peng Architects, fue concebido para evocar una “cuarta pirámide”, integrando modernidad y herencia faraónica.
Un legado faraónico bajo una nueva luz
Con un costo superior a 1.000 millones de dólares, el Gran Museo Egipcio alberga más de 100 mil piezas arqueológicas, de las cuales unas 50 mil estarán en exhibición permanente, convirtiéndose en la mayor colección del mundo dedicada a una sola civilización.
En su atrio principal se erige una estatua colosal de Ramsés II, de 11 metros de altura y 83 toneladas, símbolo del esplendor del Antiguo Egipto. Tras ser trasladada varias veces desde su hallazgo en 1820, la pieza encuentra en el GEM su ubicación definitiva.
El museo combina tradición y tecnología mediante galerías inmersivas, realidad virtual, un museo infantil y laboratorios de restauración abiertos al público, donde se exhiben los trabajos de conservación de la barca solar del faraón Keops, una reliquia de más de 4.500 años.
La exposición más esperada es la colección completa del faraón Tutankamón, compuesta por más de 5.000 objetos reunidos por primera vez desde su descubrimiento en 1922 por Howard Carter. La muestra incluye la máscara funeraria de oro, el sarcófago y diversos objetos rituales y personales del joven faraón.
Según las autoridades, la exhibición principal se abrirá al público el martes 4 de noviembre, y presentará un recorrido que abarca cinco milenios de historia, desde el Antiguo Egipto hasta la época romana.
El proyecto, iniciado en 2002 durante el gobierno de Hosni Mubarak, sufrió múltiples retrasos debido a la inestabilidad política de 2011, la pandemia de Covid-19 y los conflictos regionales. Sin embargo, el gobierno actual lo considera una pieza clave para reactivar la economía y reforzar el turismo, una de las principales fuentes de ingresos del país.
“El futuro del museo dependerá del mantenimiento constante y del interés internacional”, advirtió el arqueólogo Hussein Bassir, mientras que Elhamy al-Zayat, exjefe de la Federación Egipcia de Turismo, destacó que el GEM forma parte de un plan integral para modernizar la meseta de Guiza, con nuevas carreteras, entradas digitales y transporte ecológico.
Durante los primeros nueve meses de 2025, Egipto recibió 15 millones de turistas, generando 12.500 millones de dólares, un aumento del 21 % respecto al año anterior. Las autoridades proyectan que el GEM atraerá hasta siete millones de visitantes anuales, con la meta de alcanzar los 30 millones de turistas para 2030.
Pese a los desafíos derivados de la inestabilidad regional y las tensiones en Gaza y Sudán, la inauguración del Gran Museo Egipcio marca un hito histórico y una declaración de fe en la cultura como motor de desarrollo.
El GEM no solo busca preservar el legado faraónico, sino también servir como puente entre el Egipto antiguo y el moderno, consolidando a El Cairo como la capital cultural del siglo XXI y reafirmando el papel de Egipto como guardián eterno de una de las civilizaciones más fascinantes del mundo.

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