


CAFÉ DIARIO, ESPAÑA.- La croqueta, un manjar que se prepara en casas, bares, tabernas y restaurantes de toda España, salta fronteras y se abre camino en todo el mundo de la mano de españoles que triunfan dando a conocer la croqueta “de toda la vida” desde Londres a Melbourne.
En el Día Internacional de la Croqueta, que se celebra este jueves en España por todo lo alto y con participación de cientos de bares y tabernas, los españoles desplazados por todo el mundo pueden rendirle también su especial homenaje gracias a emprendedores que se han lanzado a comercializar croquetas hechas a la manera española, “con bechamel, sin queso y sin patata”.
“Es increíble, hay una verdadera locura por las croquetas”, dice desde Wimbledon (Londres) Aixa Fernández Ortiz, una granadina criada en Barcelona que empezó “haciéndole croquetas a un amigo, luego a otro, hasta que empezaron a llamar amigos de amigos y ahí comprendí que aquí había negocio”.
La croqueta en Londres
Aixa es una consultora informática que se mudó a Londres con su marido fichada por una empresa que abandonó para vender croquetas, empanadas y tortillas de patata en mercados de productores y ahora se prepara para dar el salto y congelar sus croquetas para enviarlas por todo Reino Unido bajo su propia marca ‘Culynart’.
Explica que en Londres hay mucha comida española, pero no de calidad, y que también hay “mucho español nostálgico con ganas de comerse una buenas croquetas caseras de jamón, bacalao o incluso manzana caramelizada con queso azul».
Vende entre 500 y 700 croquetas a la semana elaboradas de manera totalmente artesanal y se ha hecho con una clientela muy fiel de expatriados, latinoamericanos y cada vez más británicos y de otras nacionalidades a quienes ha acercado la comida española, que gana cada día más adeptos.
En todos sus puestos de mercados de productores siempre hay un vendedor que hable español, es “requisito indispensable, porque los clientes no sólo tienen nostalgia de la comida de sus casas, también quieren un ratito de conversación en español”, asegura.
También llega a Australia
También en Melbourne, Australia, la croqueta española se abre camino de la mano de “La Croquetería”, una pequeña empresa lanzada por Santiago Seco-Pablos, un ingeniero civil de Astorga, León, que lleva 12 años viviendo en Australia y hace 5 decidió dejar la ingeniería y montar un negocio relacionado con la gastronomía.
Así que hizo números y se decantó por las croquetas “como las de casa, sin aglutinantes, colorantes ni conservantes. Croquetas de verdad”.
“El tema de las croquetas es increíble, clase que damos, clase que llenamos. Y no solo de españoles”, comenta Susi Sesé, la responsable de estas exitosas clases y de una interminable variedad de croquetas que varían cada mes y que logran que sus alumnos vuelvan una y otra vez a probar nuevas recetas.
Así, en la clase de febrero, que está ya llena, además de las tradicionales croquetas de jamón ibérico, enseñará a hacer croquetas de chistorra y huevo frito, de queso cheddar con empanado de totopos y de torrijas, entre otras.
Sesé cuenta con orgullo que a sus clases acuden cocineros de Perú, Suiza y otros países deseosos de aprender a hacer una croquetas “como Dios manda”, con una bechamel de primera y rellenos equilibrados y sabrosos.
Y lo tiene claro: “la pasión por las croquetas es imparable; aquí y en todo el mundo. El que prueba unas buenas croquetas ya no las olvida”.
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