CAFE DIARIO, CINE.- En una industria como la de Hollywood, obsesionada con el reconocimiento, hay figuras que consiguen mantenerse al margen del ruido sin dejar de imponer respeto. Denzel Washington es una de ellas. Actor, director y productor, ha sido nominado en diez ocasiones al Oscar y ha ganado dos veces: Mejor Actor de Reparto en 1990 por 'Tiempos de gloria' y Mejor Actor Principal por 'Training Day' en 2002. Podría hablar de ello como un mérito, como una validación o incluso como un legado. Pero no lo hace.
A sus casi 70 años, Washington sigue cultivando una especie de desdén sereno hacia la maquinaria del prestigio. Esta semana, durante la promoción de su nueva película, 'Del cielo al infierno (Highest 2 Lowest)', volvió a dejarlo claro. El contexto no era especialmente solemne: una entrevista distendida en el canal 'Jake’s Takes'. Pero sus palabras, como casi siempre, sonaron a convicción firme más que a pose.
"La gente me pregunta si hago esto por los Oscars. No lo hago por los Oscars. No me importa ese tipo de cosas", afirmó. "Llevo mucho tiempo en esto, y hay Premios Oscar que gané que no debería haber ganado, y ha habido otros momentos en que no gané y debería haber ganado. El premio lo da el hombre. La recompensa la da Dios".
Washington, que ha declinado estratégicamente muchas campañas promocionales durante su carrera, añadió: "No estoy tan interesado en los Oscars. La gente me pregunta: '¿Dónde lo guardas?'. Bueno, junto al otro. ¡No es por presumir! Solo te digo cómo me siento. Cuando muera, los Oscars no me van a servir de nada".
Sus palabras llegan meses después de que su nombre sonara como una de las grandes ausencias en la pasada edición de los premios, donde muchos esperaban su nominación por su papel en 'Gladiator II'. Pero él zanjó el tema con ironía en una entrevista con The New York Times: "¿Estás bromeando?. Oh, estoy tan disgustado. Me alegro por todos los que fueron nominados, y yo estoy feliz con lo que estoy haciendo".
No es una actitud nueva. Ethan Hawke, compañero suyo en 'Training Day', recordó en una conversación reciente cómo Denzel le susurró una frase insólita cuando él perdió su Oscar: "Es mejor que no hayas ganado. Perder fue mejor". Para Hawke, esa frase resume algo más profundo: "No quieres que un premio mejore tu estatus. Tú quieres mejorar el estatus del premio. Así piensa él".
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