CAFÉ DIARIO, CHINA (EFE). – El auge de los vehículos eléctricos en China está marcando un cambio significativo en el consumo global de petróleo. Según los datos recopilados en 2024, el crecimiento continuo que durante décadas había caracterizado el consumo de crudo en el gigante asiático parece estar llegando a un punto de inflexión, generando potenciales impactos en la demanda mundial de este recurso.
La Agencia Internacional de Energía (IEA) ha proyectado un aumento del consumo de petróleo en China de apenas un 1.1% para este año, lo que equivale a un incremento de unos 180,000 barriles diarios. Este crecimiento, mínimo en comparación con años anteriores, refleja un panorama de estancamiento tras décadas de expansión constante. Entre las causas identificadas por los analistas destacan la desaceleración de la economía china, especialmente en sectores como la construcción, y el auge de nuevas tecnologías de transporte.
En octubre de 2024, China registró ventas de 1.4 millones de vehículos eléctricos, un logro histórico que representa más de la mitad de los automóviles vendidos en el país ese mes. Este fenómeno no solo subraya el liderazgo de China en la adopción de tecnologías sostenibles, sino también su impacto directo en la reducción de la demanda de petróleo. En comparación, países como España vendieron casi un millón de unidades eléctricas durante todo el 2023.
Los informes de la IEA indican que esta transición tecnológica podría reducir la demanda global de crudo en aproximadamente 400,000 barriles diarios para finales de 2024. Además, factores como la disminución de las actividades de logística y transporte han provocado una caída en la refinación de combustibles en China.
El cambio hacia un transporte más sostenible no se limita a los vehículos eléctricos. La IEA también ha destacado el desarrollo de una extensa red ferroviaria de alta velocidad en China como un elemento clave para frenar el crecimiento de los viajes aéreos internos, lo que contribuye a la reducción del consumo de combustibles fósiles.
“Las crecientes ventas internas de vehículos propulsados por combustibles alternativos están reduciendo la demanda de petróleo para el transporte por carretera, mientras que el desarrollo de una vasta red ferroviaria nacional de alta velocidad está limitando el crecimiento de los viajes aéreos internos”, señaló la IEA en su informe.
Históricamente, China ha sido uno de los motores principales del aumento en la demanda de petróleo a nivel mundial durante el siglo XXI. Sin embargo, la combinación de una economía desacelerada y la adopción masiva de vehículos eléctricos y tecnologías sostenibles está alterando esta tendencia. Este cambio podría tener implicaciones de gran alcance para el mercado global de energía, marcando una transición hacia fuentes más limpias y sostenibles.
Con esta evolución, China reafirma su papel como líder en la transformación energética, impulsando un futuro más ecológico y, posiblemente, una nueva era en el equilibrio de la demanda de petróleo a nivel mundial.
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