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Aumentan las ayudas sociales en República Dominicana pese a la reducción de la pobreza

Expertos debaten si el crecimiento de los subsidios estatales impulsa el bienestar o fomenta la dependencia

CAFÉ DIARIO, SANTO DOMINGO. –  Mientras el Gobierno celebra una reducción significativa en los índices de pobreza y pobreza extrema en la República Dominicana, el crecimiento sostenido de los programas de asistencia social ha despertado un debate sobre el verdadero alcance de estos logros.

De acuerdo con las declaraciones del presidente Luis Abinader en su rendición de cuentas de febrero pasado, cerca de 440 mil personas salieron de la pobreza y 80 mil de la extrema pobreza durante el último trimestre de 2024. Sin embargo, el número de beneficiarios de las ayudas sociales aumentó de 856,182 en 2020 a 1,416,674 en 2025, un incremento de 65.46 %, según datos del programa Supérate obtenidos a través del Sistema de Administración de la Información Pública (SAIP).

Un informe reciente de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), titulado “Fortalecer la protección social para erradicar la pobreza y avanzar hacia el desarrollo social inclusivo en la República Dominicana”, destacó que el país ha mantenido un crecimiento económico promedio del 5 % durante la última década, más del doble del promedio regional.

La CEPAL también reconoció que la pobreza general se redujo al 18.2 % y la pobreza extrema al 4.9 %, mientras el índice de desigualdad (Gini) alcanzó 0.39, el más bajo de América Latina en 2023.

¿Reducción real o dependencia asistencial?

A pesar de las cifras positivas, algunos economistas plantean interrogantes sobre la sostenibilidad de la reducción de la pobreza. El experto en administración financiera y presupuesto Nelson Suárez considera que los programas sociales, aunque eficaces, deben evitar caer en una política de dependencia. “Si estos programas solo se enfocan en la falta de ingresos y no en las múltiples dimensiones de la pobreza, pueden crear dependencia en lugar de promover la autosuficiencia”, explicó Suárez a El Día.

El economista advirtió que el gasto público en subsidios ha crecido exponencialmente desde 2020, lo que podría tener un efecto limitado sobre la desigualdad estructural del país. “No están tan mal como dice la oposición, pero tampoco tan bien como afirma el gobierno”, puntualizó.

Las Naciones Unidas defienden el impacto social

Por su parte, representantes de las Naciones Unidas en República Dominicana aseguran que las ayudas sociales cumplen un papel crucial para mitigar la pobreza, garantizando el derecho a la alimentación y facilitando que los hogares destinen más recursos a educación y salud.

Mujeres, principales beneficiarias

Los datos de Supérate revelan que las mujeres representan el 64.65 % de los beneficiarios de ayudas como Aliméntate, Bono Gas, Bono Luz, Supérate Mujer, Fondo Discapacidad, Bono Agricultura Familiar y Bono Navideño. Los hombres participan con un 35.35 %, lo que evidencia una mayor presencia femenina en los programas de apoyo estatal.

Inversión social sin precedentes

Durante 2024, el gasto total en asistencia social alcanzó RD$43,675 millones, distribuidos principalmente en:

  • Aliméntate: RD$29,679 millones
  • Bono Gas: RD$7,499 millones
  • Bono Luz: RD$4,521 millones
  • Supérate Mujer: RD$88 millones
  • Bono Navideño: RD$1,500 millones
  • Fondo Discapacidad y Agricultura Familiar: más de RD$386 millones combinados

Programas que buscan transformar

Supérate ofrece subsidios mensuales que oscilan entre RD$1,650 para alimentos, RD$470 para gas y RD$716 para electricidad, además de ayudas especiales de hasta RD$18,000 para personas con discapacidad o RD$10,000 para víctimas de violencia de género.

Además, el programa promueve la formación técnico-vocacional junto al INFOTEP, el emprendimiento, la intermediación laboral y la educación financiera, con el objetivo de impulsar la independencia económica de los beneficiarios.

Salidas y depuración

Hasta septiembre de 2025, 381,523 personas han salido del programa por diversas razones, incluyendo solicitud propia, fallecimiento, aumento de ingresos o inactividad prolongada del subsidio.

Debate abierto

El dilema planteado por el economista Milton Friedman —“Tenemos un sistema que cobra cada vez más impuestos al trabajo y subsidia el no trabajar”— cobra vigencia en el contexto dominicano.

Mientras el país muestra avances económicos y una reducción de la pobreza según los indicadores internacionales, el crecimiento de los subsidios plantea la necesidad de revisar hasta qué punto estas ayudas impulsan la autosuficiencia o refuerzan la dependencia del Estado.

Lo cierto es que, como concluye el informe de la CEPAL, el reto de la República Dominicana no solo está en reducir la pobreza monetaria, sino en garantizar una movilidad social sostenible y una inclusión económica duradera para todos sus ciudadanos.

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