


CAFÉ DIARIO, SANTO DOMINGO. – Las cirugías plásticas han sido fuente de preocupación en la República Dominicana, y ahora surgen nuevas alarmas tras descubrirse la oferta de capacitaciones exprés en procedimientos quirúrgicos con pacientes reales, sin el aval de las autoridades. El Ministerio de Salud Pública ha alertado sobre estas prácticas ilegales, que ponen en riesgo la vida de las personas.
El programa de investigación N Investiga reveló que se están promoviendo en el país "mini-residencias" de cinco días, donde supuestos especialistas ofrecen cursos de cirugía estética a médicos, sin garantizar la formación ni la seguridad de los pacientes. Estos cursos, que cuestan miles de dólares, han despertado la indignación de expertos en salud y asociaciones médicas.
Intrusismo en cirugía plástica
Uno de los principales señalados es la Academia Latinoamericana de Medicina y Cirugía Estética (Alamece), con sede en Brasil, que promociona estos cursos en Santiago de los Caballeros. Sus ofertas incluyen cirugías de mamas, lipoescultura, abdominoplastia y lipoinjertos en glúteos con la modalidad "Hands on", lo que significa que los alumnos practican en pacientes vivos.
De acuerdo con sus representantes, estos cursos intensivos permiten a los participantes realizar entre dos y tres cirugías diarias, algo que especialistas en la materia consideran una aberración, dada la complejidad y el tiempo que requiere la formación en cirugía plástica. El doctor Aniceto Rodríguez, presidente de la Sociedad Dominicana de Cirugía Plástica (Sodocipre), enfatizó que esta especialidad requiere al menos 12 años de preparación formal.
Falsos especialistas y muertes atribuidas
El reportaje también señala que algunos de los "docentes" de estos cursos han sido denunciados por mala praxis. Entre ellos se encuentra el ginecólogo Juan Oscar Polanco Cirineo, con múltiples muertes atribuidas a sus procedimientos. Aunque en 2019 fue absuelto por falta de pruebas en dos casos, fue condenado al pago de 23 millones de pesos a familiares de víctimas. Otros instructores incluyen al colombiano Ricardo Urazán, investigado por la muerte de dos pacientes en 2020, y al peruano Alejandro Ponce, quien no está registrado como cirujano plástico en su país.
Acción de las autoridades
El 24 de febrero, miembros de N Investiga acudieron a la Clínica Diosa Los Jardines, en Santiago, donde se realizaría una de estas capacitaciones. Al llegar, se encontraron con inspectores de la Dirección de Habilitación de Salud Pública, lo que llevó a la suspensión del curso. Sin embargo, Alamece anunció su reprogramación para marzo de 2025, lo que confirma la persistencia de estas prácticas a pesar de la intervención oficial.
El doctor Gerardo Mesa, director de Habilitación de Salud Pública, aseguró que la institución se mantiene vigilante y tomará medidas para evitar que la población dominicana sea sometida a cirugías por personas sin la debida capacitación. Además, se señaló que la clínica en cuestión solicitó la exclusión de Polanco, pero pruebas documentales indican que continuaba ejerciendo allí hasta octubre de 2024.
Víctimas de mala praxis
Durante la investigación, dos pacientes denunciaron haber sufrido consecuencias graves tras ser operadas por Polanco. Dominga Reinoso y Yersa Fernández contrajeron la bacteria hospitalaria Pseudomonas aeruginosa tras procedimientos quirúrgicos en la Clínica Diosa. Fernández, quien pagó 130 mil pesos por su operación, aseguró que Polanco nunca le dio seguimiento, pero que su equipo le propuso corregir los daños en marzo, coincidiendo con la nueva fecha de la miniresidencia.
Negación y confrontación
N Investiga contactó a Alamece en Perú, donde su representante, Jéssica Gálvez, negó las acusaciones y argumentó que los cursos solo aceptan cirujanos plásticos y generales. Sin embargo, evidencias recabadas demuestran que incluso estudiantes de medicina fueron admitidos sin inconvenientes.
El intento de ocultar la verdad se hizo evidente cuando el abogado de Polanco solicitó el retiro de informaciones publicadas en 2019 sobre su implicación en muertes por mala praxis. Sin embargo, los reportajes solo han presentado los hechos y las acusaciones de los familiares de las víctimas.
El escándalo de los cursos exprés de cirugía plástica en República Dominicana revela una peligrosa práctica que pone en riesgo la vida de pacientes y expone la falta de regulación en el sector. Las autoridades han intervenido para frenar estas actividades, pero la reprogramación de los cursos sugiere que la lucha contra el intrusismo en la cirugía plástica aún está lejos de terminar.
El llamado de los expertos es claro: la formación de un cirujano plástico requiere años de preparación rigurosa y no puede sustituirse por capacitaciones de cinco días. La población debe estar alerta y exigir atención médica de profesionales certificados para evitar ser víctima de prácticas fraudulentas y peligrosas.
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