


CAFÉ DIARIO, SANTO DOMINGO. – Al arribar a su quinto año de Gobierno, el presidente Luis Abinader enfrenta un panorama político complejo: mientras su administración exhibe avances en transparencia, economía e infraestructura, la oposición recrudece sus críticas en torno al costo de la vida, la inseguridad y el manejo de sectores estratégicos.
Abinader, electo en 2020 bajo la bandera del Partido Revolucionario Moderno (PRM), ha insistido en que su gestión mantiene indicadores positivos reconocidos por organismos internacionales. Sin embargo, líderes opositores como los expresidentes Leonel Fernández y Danilo Medina acusan al oficialismo de “maquillar cifras” y de provocar un retroceso en áreas sensibles como salud, energía y servicios básicos.
El exmandatario Danilo Medina denunció el deterioro en hospitales públicos, incluso en algunos inaugurados durante su gestión, asegurando que responderá con cifras y estadísticas a los señalamientos del Gobierno. En tanto, Leonel Fernández calificó al PRM como “el gran fracaso de la política dominicana”, acusándolo de paralizar proyectos de construcción, provocar crisis de agua y permitir apagones prolongados.
La reciente salida de la Unidad 2 de Punta Catalina, que generó apagones en varias provincias, fue utilizada por la oposición como argumento de mala gestión energética. Ante ello, Abinader visitó la central termoeléctrica y pidió disculpas a la ciudadanía, informando la reincorporación de la planta la madrugada del domingo.
Durante su encuentro semanal con la prensa, el mandatario rechazó las acusaciones de manipular estadísticas: Yo le digo al amigo presidente Leonel Fernández que estos datos son datos internacionales. Si quiere, le doy el nombre del director de la FAO, de Moody’s, de la Cepal o del Banco Mundial. Y que tenga buena suerte discutiendo esos datos”, expresó.
En la inauguración de la Circunvalación de Baní, lanzó una indirecta a sus críticos: “Hay muchos que están en política; yo estoy en trabajo”.
La Constitución impide que Abinader opte por un tercer mandato, por lo que el actual período es decisivo para consolidar un legado y preparar al PRM para las elecciones de 2028. El partido oficialista enfrenta el reto de mantener estabilidad y, a la vez, construir un relevo político que asegure continuidad frente a una oposición cada vez más activa.
El presidente apuesta a la inversión en obras de infraestructura, la expansión del Metro de Santo Domingo, el impulso turístico de Pedernales y nuevas circunvalaciones provinciales como pilares de su gestión. Además, ha intensificado su agenda con inauguraciones y proyectos comunitarios, en un esfuerzo por relanzar políticamente a su Gobierno.
Se anticipan cambios en el tren gubernamental y en la estrategia de comunicación oficial, considerada uno de los puntos débiles dentro del propio PRM. Con estas medidas, Abinader busca reforzar su gestión y “sorprender a la oposición” en los próximos meses.
El tiempo determinará si el mandatario logra mantener la gobernabilidad, responder a las demandas sociales y preparar el terreno para que su partido conserve el poder en las elecciones de 2028.
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